Las informaciones aparecidas al inicio de este año 2014 confirman, fehacientemente, la verdadera realidad de la globalización neoliberal la cual se ha extendido por todo el planeta.
Resulta que l as 300 personas más ricas del mundo añadieron durante 2013 un total de 524 000 millones de dólares a sus fortunas, que ahora totalizan 3,7 billones de dólares, según cifras compiladas por la entidad de análisis financiero, Bloomberg.
La globalización de la economía mundial continuó su negativo avance a lo largo del 2013 con el incremento de la inequidad entre ricos y pobres.
Los datos aportados ahora por Bloomberg ratifican la denuncia realizada anteriormente por un grupo de investigadores encabezado por el profesor Jason Hickel de la Escuela de Economía de Londres, cuando señaló que actualmente las 300 mayores fortunas del mundo acumulan más riqueza que los 3 500 millones de personas consideradas pobres.
Todos los beneficiados en la acumulación de capitales, aparecen como propietarios o relacionados directamente con compañías transnacionales.
El primero en la tabla es Bill Gates , fundador de Microsoft y el hombre más rico del mundo, quien incrementó su fortuna en 15 800 millones de dólares durante 2013 y ahora posee nada menos que 78 500 millones de dólares. Gates obtuvo ganancias por las acciones de Microsoft y por inversiones en compañías como Ecolab o Canadian National Railway.
En este círculo irracional de acumulación individual de capitales, le siguió e l inversor en casinos Sheldon Adelson pues su fortuna creció en 14 400 millones de dólares, hasta llegar a los 37 100 millones de dólares debido a la proliferación de los casinos de juego en Asia.
La lista la continúa el español Amancio Ortega, fundador del imperio textil Inditex, cuya fortuna se incrementó en 8 900 millones de dólares y totaliza 66 400 millones. Por esas cosas del neoliberalismo, su hija, Sandra Ortega, aparece en el lugar 180, con 7 300 millones de dólares.
El magnate mexicano de las comunicaciones Carlos Slim, pasó al segundo puesto mundial, al perder el primer puesto a manos de Gates, pero se mantiene con un capital de 73 800 millones.
Entre las causas de esas incontrolables fortunas estan el comportamiento de los mercados y el incremento de los índices bursátiles. Como se observa, la crisis económica lo que si ha provocado es golpear a las grandes mayorías poblacionales que han padecido fuertes medidas de reducciones sociales impuestas por gobiernos de corte neoliberales.
La pobreza mundial resulta alarmante, aunque organismos internacionales ofrezcan cifras que por falta de datos de los gobiernos no se acerquen a la verdadera realidad.
Se estima que en Asia Meridional la población que subsiste con 1 dólar, se sitúa en 535 millones de personas. En Asia Oriental, Sudoriental y el Pacífico, 466 millones y en los Estados Árabes, 15 millones.
En África Sudsahariana, 280 millones. En América Latina y el caribe 120 millones de personas sobreviven con dos dólares diarios. En Europa Oriental y en los países de Asia Central 160 millones de personas viven con cuatro dólares al día y en Estados Unidos ya hay 56 millones de pobres.
El nuevo concepto de globalización irrumpió en el mundo moderno impulsado por los países desarrollados, las compañías transnacionales y los grandes medios de comunicación.
Sin cortapisas, sus propagandistas l a definen como un fenómeno de carácter internacional cuya acción consiste principalmente en lograr una penetración mundial de capitales (financieros, comerciales e industriales) para que el planeta abra espacios de integración y se intensifique la vida económica.
Insisten en que es un proceso de desnacionalización de los mercados, de las leyes y la política, y la detallan como la fase en que se encuentra el capitalismo a nivel mundial, caracterizado por la eliminación de las fronteras económicas que impiden la libre circulación de bienes servicios y fundamentalmente de capitales.
Los desastres económicos-financieros ocurridos a fines de la década de 1990 y principios de la del 2000, en varios países de América Latina como Argentina, Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, por citar algunos, les abrieron los ojos a algunos pueblos y gobiernos del Tercer Mundo que comprendieron que si se quiere un planeta globalizado, debe dárseles beneficios a los pequeños pues estos no pueden perder lo poco que tienen.
En la actualidad el proceso de desnacionalización, aupado por gobiernos prooccidentales y también por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), ha posibilitado la entrada incondicional d e los capitales transnacionales, que han comprado las empresas nacionales, los medios básicos de producción y controlan los mercados.
Esas compañías están enfiladas a obtener y sacar del país donde se establecen, las mayores ganancias, cuya consecuencia directa es la reducción del presupuesto nacional para los gastos sociales.
La proliferación de los tentáculos de la globalización, ha permitido que en muchos países se haya autorizado la privatización de los servicios públicos con nefastas consecuencias para los habitantes de los países en desarrollo y de los desarrollados.
En esas naciones se ha autorizado a diversas compañías transnacionales, a controlar los servicios de agua potable, alcantarillado, electricidad, salud, educación, mientras los usuarios solo pueden acceder a ellos, por la tarifas de pago que imponen las empresas sin que el Estado tenga poder para controlarlas.
Bajo esas condiciones, los estados nacionales son desmontados para convertirse en simples aparatos de seguridad de las transnacionales. Por eso, es necesario dar un vuelco a la globalización y que se convierta, en vez de neoliberal, en solidaria, como lo están haciendo varios países de América Latina.
Por: Hedelberto López Blanch
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