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lunes, 30 de diciembre de 2013

2013, La economía en la cuerda floja

En el 2013, el mundo no ha podido dejar atrás la grave crisis desatada desde 2008 que se inició por Estados Unidos y para 2014 los augurios no son halagüeños pues como expresó el premio Nobel de Economía, Eugene Fama los hinchados déficit públicos en ambos lados del Atlántico implican que la recesión seguirá siendo un riesgo real para el próximo año, y que el alto endeudamiento de los gobiernos de Estados Unidos y Europa representa una amenaza constante para la economía global. A criterio de Fama, podría llegar un punto en el que los mercados financieros digan que ninguna de sus deudas mantiene su credibilidad y que no se pueden auto-financiar. Si se produce otra recesión, va a ser mundial. En 2013, la crisis económica continuó su avance en la mayoría de las naciones capitalistas desarrolladas mientras los países emergentes y muchos en desarrollo, sobre todo de América Latina y Asia la han esquivado debido a la aplicación de políticas más realistas que han permitido la participación de sus habitantes en los programas sociales.

EE.UU. Europa y Japón a paso de tortuga

En Estados Unidos, han aumentado en más de 50 millones las personas en el umbral de pobreza; el desempleo oficial bajó al 7 % pero la realidad es que miles de personas dejaron de buscar trabajo, además de esperarse un nuevo auge de especulación inmobiliaria que podría desembocar en una nueva crisis. Mientras, la Unión Europea, asediados sus miembros por la fuerte crisis económica, financiera y social, tiene ya el haber negativo de contar con 43 millones de personas en la pobreza. La situación ha llegado a tal punto que hasta en países ricos como el Reino Unido, la Cruz Roja ha comenzado a pedir donaciones de alimentos por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, en aras de paliar el hambre de los desposeídos. Japón también experimentó un fuerte estancamiento que le hizo ceder a China, el segundo lugar mundial por su Producto Interno Bruto (PIB).

La inequidad de la globalización

La globalización de la economía mundial continuó su negativo avance con el incremento de la inequidad entre ricos y pobres. Un grupo de investigadores encabezado por el profesor Jason Hickel de la Escuela de Economía de Londres, denunció mediante un vídeo que actualmente las 300 mayores fortunas del mundo acumulan más riqueza que los 3 000 millones de pobres. Y para que se comprendiera mejor tan desastrosa realidad agregó: "Citamos estas cifras porque nos ofrece una comparación clara e impresionante, pero en realidad la situación es aún peor: las 200 personas más ricas poseen aproximadamente 2,7 trillones de dólares, mucho más que lo que tienen 3 500 millones de personas, con un total de 2,2 trillones de dólares".

Las transnacionales de alimentos

El poder de las compañías transnacionales se incrementó durante el año pues con enormes capitales, compran a funcionarios y hasta a gobiernos completos en su afán de enriquecimiento aunque, como ocurre con la Monsanto, sus productos atenten contra la salud de millones de pobladores. Estudios científicos demostraron que muchos de los productos conocidos como Organismos Genéticamente Modificados (OGM) tienen consecuencias extremadamente dañinas para el medio ambiente y la salud humana. Expertos y científicos aseguran que la alta incidencia mundial de problemas cancerígenos esta relacionada directamente con esos alimentos transgénicos, mientras compañías como Monsanto, DuPont y Dow Chemicals, entre otras, acumulan millonarias fortunas.

Latinoamérica ejemplo a seguir

Las economías latinoamericanas en su gran mayoría salvaron los escollos y las naciones desarrolladas y las emergentes miran hacia esa región para llevar allí sus inversiones. En la zona hubo una baja en los niveles de deuda, se consolidan las finanzas públicas y la estabilidad financiera, mientras el crecimiento promedio fue del 3 %. Los expertos señalan que el próximo año el aumento estará determinado por la inversión y la productividad. También esta consolidándose la inversión directa intralatina, impulsada por los mecanismos regionales que han surgido en los últimos años como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones de América del Sur (UNASUR), PETROCARIBE, y los Bancos del Sur y del ALBA, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la consolidación del MERCOSUR que con la plena integración de Venezuela toma una nueva dimensión geopolítica.

Al fin acuerdos en la OMC

En diciembre, cuando estaba agonizando 2013, los miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) aprobaron en Bali el primer gran tratado para la liberalización del comercio adoptado desde la creación del organismo en 1995. El acuerdo, que incluye 10 puntos, simplifica los trámites aduaneros para el comercio internacional, establece mecanismos para que los países más pobres tengan acceso a los mercados de las naciones industrializadas y emergentes, y refuerza la ayuda al desarrollo en el área comercial, mientras reduce los subsidios agrícolas. Según los analistas, este es un logro histórico en un momento de débil crecimiento y alto desempleo, y con ello la OMC vuelve al escenario central de los acuerdos comerciales internacionales.

China y el yuan
China, tras cerrar el año con un crecimiento de alrededor del 8 % le sigue los pasos a Estados Unidos en el total de PIB y se afirma que antes del 2020 será la primera potencia económica del orbe. Asimismo, las autoridades aceleran el paso hacia el anhelo de convertir el yuan (renminbi) en una moneda internacional lo cual, como es lógico, afectaría el reinado, por larga data, del dólar. Ya 21 naciones de diferentes regiones han suscrito acuerdos de intercambio de moneda valorados en 2,2 billones de yuanes. El Banco de Pagos Internacionales (BPI) subrayó que la facturación promedio en yuanes subió hasta los 120 000 millones de dólares diarios en este año, un nivel tres veces y medio mayor que en 2010, lo cual no se debe solo al crecimiento constante de la economía china, sino también a su política que busca convertir al yuan en una moneda internacional.

Metas del Milenio, todavía por ver

Pese a existir algunos logros este año con respecto a 2012, la Organización de Naciones Unidas considera que aun falta mucho por hacer en el mundo para que exista sobre todo la voluntad política de algunos gobiernos, en aras de alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio acordadas en 2000 por los entonces 191 países miembros. Países de diferentes regiones no han logrado reducir los índices de pobreza y el hambre, en lo que también ha influido la crisis alimentaria, energética y financiera. La región de América Latina es la que más ha avanzado y entre sus naciones se destacan, según la FAO, Cuba, Brasil, Chile, República Dominicana, Panamá, Uruguay, Guayana, Nicaragua, Perú y Venezuela. En África la situación no ha mejorado; en Asia aparecen muchas desigualdades entre los que viven en el campo y las ciudades y hasta en los países integrantes de la Unión Europea y en Estados Unidos se han incrementado el número de pobres y personas con déficit alimentarios. Se prevé que las Metas del Milenio serán una asignatura pendiente para más allá de 2015.

Los BRICS impulsan su crecimiento

Con un potencial que abarca la mitad de la población mundial, el 30 % de la superficie terrestre, el 25 % del PIB global y el 35 % de las reservas de divisas, los países integrantes del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) reforzaron su avance e integración a lo largo de 2013. A mediados del año aprovecharon la cumbre del G-20 realizada en San Petersburgo para perfilar los proyectos de creación del Banco de Desarrollo y la Fundación de las Reservas de Divisas del grupo, lo que podría constituir alternativas a las directrices financieras omnipotentes establecidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) desde que fueron creados en 1944. Con las condiciones y recursos antes mencionados, junto al crecimiento económico que han tenido en los últimos años y la creación de las nuevas entidades financieras, el bloque constituye una fuerte aspiración para un mundo multipolar.
 
África se esfuerza por despegar

Pese a mantener un crecimiento económico general del 5 %, en el continente africano aun subsisten muchos problemas como el hambre, la insalubridad y el analfabetismo en casi todos los países. Con grandes esfuerzos se han potenciado diferentes organismos de integración como la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) y la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS) que han ido dando resultados. Organismos internacionales anuncian que el crecimiento se ubicará entre 5 % y 7 % en 2014 y 2015 debido a los altos precios de los productos básicos a nivel mundial y al reforzamiento del consumo en el continente. 

ASEAN con buen paso 

Los diez miembros de la ASEAN (Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Brunei, Vietnam, Laos, Myanmar, Kampuchea) impulsaron este año con más fuerza su desarrollo. Ya representan el cuarto mayor socio comercial de China detrás de la Unión Europea, Estados Unidos y Japón y en conjunto cuentan con una población total de 1 900 millones de personas, un PIB de cerca de seis billones de dólares y un volumen comercial total de 4,5 billones de dólares. 

Fallido esfuerzo sobre el cambio climático 

La cumbre climática de Varsovia (COP 19) efectuada en octubre culminó en fracaso como sus antecesoras, motivada por la falta de voluntad política para enfrentar ese flagelo que amenaza la existencia de la humanidad. Solo muy pocos avances, casi nulos para el grave peligro que amenaza la extinción del planeta, se alcanzaron mientras 133 en desarrollo abandonaron con antelación las conversaciones en protesta por la renuencia del mundo rico a financiar los daños y pérdidas que esta causando el calentamiento global. También varias ONGs se ausentaron con antelación de la cita y criticaron fuertemente a las naciones ricas como Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, principales causantes del desastre ambiental que recibe el planeta. Los países en desarrollo denunciaron que los responsables de la crisis climática conquistaron la convención, y como resultado primó el poder empresarial sobre las negociaciones climáticas. Cada vez resultan más reales las palabras de Fidel Castro en 1992 cuando expresó: "Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre".

Por: Hedelberto López Blanch
Se publica con autorización del Autor y mediante una licencia de Creative Commons Respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Breves reflexiones navideñas para disimular la resaca

Por lo general, estos Apuntes no incorporan las denuncias de corrupción, salvo que exista algún proceso judicial en curso próximo a su resolución. Porque hacer una denuncia es más fácil que rascarse la oreja: lo difícil es fundamentarla. Para los suspicaces, este criterio abarca a todos los casos, autores, blancos, colores y demás variantes. Además de los actos de corrupción, el Autor tampoco es afecto a los mensajes navideños por la conjunción de múltiples motivos, entre los cuales, la ausencia de fe es el menos relevante. La Navidad y su celebración es un coctel con tantos ingredientes que lo que menos se nota es el sabor religioso. Una profunda aversión al consumismo podría ser el punto de partida. Consumismo que no sólo incluye la compulsión regalera, sino las delicias que pueblan las mesas familiares, que contribuyen con sus calorías al horneado que estamos padeciendo. Pero de eso se habla mucho en estos días y de a poco se van abandonando los hábitos implantados desde Europa. Muy de a poco. Porque todavía persisten el chocolate, los frutos secos y los que sudan a mares dentro de los disfraces de Papá Noel. A pesar de esto, este Ignoto Profesor de Provincias no es de los que declaman dicterios anti navideños. Después de todo, siempre es bienvenida cualquier excusa para desear felicidades y brindar un cálido abrazo a quien lo requiera.

Pero ya está dicho: la fecha elegida para conmemorar el nacimiento de Cristo tiene que ver con el solsticio de invierno en el hemisferio Norte, cuando el día más corto del año anuncia el lento camino hacia el verano. Muchas culturas antiguas celebraban ese momento en el que interpretaban que la luz vencía a la oscuridad del invierno. Pero en el Sur es al revés: después del 21 de diciembre, que es el solsticio de verano, el día más largo del año, la oscuridad comienza a vencer a la luz hasta el inicio del invierno. O trasladamos la Navidad al 25 de junio o adoptamos costumbres más acordes a nuestro clima, como un Papá Noel en bermudas y ojotas, por ejemplo.


Pero con ropa invernal en medio de estos calores, el famoso personaje nórdico ha dejado su huella con un notable crecimiento de las ventas navideñas. Las altas temperaturas, los cortes de luz, los saqueos imaginarios y los malos augurios mediáticos no desalentaron las compras. Y casi todos habrán encontrado su regalo en el arbolito, aunque sea un llaverito con el escudo del club estampado. Otros recibieron mucho más que eso, como el famoso grupo de sobornados que porta el nombre de una tarjeta. Y lo que más sorprende a los analistas es que la influencia de San Nicolás fue tan grande que los miembros del Tribunal no sólo absolvieron a los procesados sino que sentenciaron la inexistencia del delito. Que se entienda: no sólo no se demostró la culpabilidad sino que no había nada para culparlos. Por si esto fuera poco, los jueces Guillermo Pons, Guillermo Gordo y Fernando Ramírez calificaron como irresponsable y sin fundamentos toda la investigación llevada a cabo desde la denuncia del arrepentido Mario Pontacuarto. El regalo con moño ha caído muy mal tanto en el ambiente judicial como en el político y promete permanecer en la agenda informativa durante algún tiempo.


Lo que no puede considerarse como un regalo muy agradable fue la decisión de despedir a Claudio Espector de la coordinación general de las Orquestas Infantiles y Juveniles de la CABA. No importaron los 16 años en ese cargo ni los premios y menciones recibidos por el trabajo realizado para la inclusión de menores a través de la música. Los Amarillos son así, brutales y despiadados que rompen lo que no comprenden, porque quien tomó la decisión, Soledad Acuña, está al frente de la Subsecretaría de Equidad Educativa. ¿Entenderán qué significa eso? “Las orquestas y Claudio Espector son de toda la Ciudad –cuestionó Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación- ¿qué hace de malo este docente para que Macri lo eche? ¿Llevar educación de calidad y música a los barrios humildes de la Ciudad?”. Y sí, para Ellos eso es muy malo y de ahí que su jefe político deteste tanto al kirchnerismo.


Estas decisiones arbitrarias y resoluciones judiciales a la carta no deben desalentar las importantes transformaciones que tenemos por delante. Por el contrario, es indicio de un desafío mayor. Las mentiras mediáticas ya no hacen tanto daño porque se desarman apenas difundidas, como las fabulaciones sobre el inexistente viaje de Mariano Recalde a Colombia o las serviles denuncias de algunos legisladores hacia el recién ascendido César Milani. Y todo para no hablar de la cantidad de pasajeros que ha sumado Aerolíneas Argentinas ni de las medidas que se tomarán para reducir el trabajo no registrado. Por más cartas que escribamos, Papá Noel no nos regalará el país que soñamos. Para eso, no hace falta magia, sino mucho compromiso, solidaridad y convicción. Y de eso hay mucho, tanto en Navidad como en cualquier época del año.


Por: Gustavo Rosa.

martes, 24 de diciembre de 2013

En pleno apogeo relaciones Cuba-Angola

Las relaciones entre Cuba y Angola, que en noviembre cumplieron 38 años de establecidas, comenzaron antes de lograrse la independencia de nuestro país y se encuentran en apogeo y en el lugar más alto de los últimos años, enfatizó el embajador de esa nación en la Isla, José César Augusto.

“Personalmente en la década de 1960, conocí a muchos cubanos, por ejemplo en 1965-66 en Cabinda, donde varios instructores de la Isla nos ayudaron.

“Estos vínculos nacen desde el apoyo de la Mayor de las Antillas para lograr la independencia de Angola y considero que la firma de documentos es solo una formalidad.

“Estoy muy contento porque esos lazos de amistad y cooperación marchan a una velocidad supersónica. Solo en este año han sido numerosas las delegaciones de alto nivel, presididas por ministros de diferentes sectores económicos y sociales de Angola que han visitado Cuba y viceversa”.

Según explicó César Augusto, la colaboración se extiende a los sectores más importantes para la vida de su pueblo. La rama de salud es muy prominente, con la participación directa de varios centenares de médicos cubanos.

“Hace unos años, enfatizó, ciudadanos angolanos que sufrían enfermedades oculares y tenían dinero, eran operados en Sudáfrica, Portugal, España. Quienes no contaban con presupuesto, la mayoría, estaban condenados a perder la visión.

“Llegaron los cubanos, indicó, y en estos momentos se realizan miles de operaciones en nuevos hospitales como el de la provincia de Benguela. En todas las capitales provinciales y municipales laboran los especialistas cubanos.

“Hay colaboradores en el sector de la Educación, mientras en la Isla  estudian 1 456 jóvenes y a nivel de África, somos el país con la más alta cifra de educandos. Para principios de 2014 tendremos en Cuba otros 500 y estaremos alrededor de los 2 000 alumnos en todas las ramas, principalmente en la de la salud. Es decir, los sectores de la salud y la educación son fundamentales para nuestro desarrollo presente y futuro”.

“Asimismo, agregó, no puedo dejar de referirme a la agricultura donde tenemos también una gran cooperación. Por ejemplo, en la provincia de Malange se cultiva soya para al consumo interno, y la exportación a Cuba.
 Agrónomos cubanos laboran con el gobierno de Luanda y con algunos sectores privados. 

“Otra rama importante de la colaboración es la construcción, sobre todo de carreteras, puentes, aeropuertos y uno de estos últimos se erige en Nalatando, provincia de Cuanza Norte, con especialistas y obreros cubanos”.

Al referirse a la situación general de la economía angolana, remarcó que camina con buena salud y se ha impulsado a partir de la terminación en 2002 de la guerra fraticida. Los resultados han sido positivos y, junto al crecimiento económico, se empezaron a resolver los problemas que durante largos años padeció la mayoría de la población.

“Aún hay grandes problemas que solucionar porque nos hemos concentrado en las capitales municipales y provinciales, mientras que zonas como las del norte afrontan dificultades que las iremos enfrentando a medida que avance el país, por lo que primero estamos enfrascados en construir carreteras y puentes para hacer más fácil y efectiva esas soluciones”.

El Diplomático informó que la economía ha crecido alrededor de 9 % en los últimos años en  y a nivel de África ha superado a casi todos los países del continente y se aproxima al de Sudáfrica. Según los analistas, para 2025 estarán muy próximos al desarrollo que presenta Pretoria, pero añadió, “eso creo que se logrará cuando con la ayuda de los países amigos formemos muchos más cuadros y profesionales. Pienso que en un futuro podremos convertirnos también en una de las primeras potencia económica en África”.

Por último, César Augusto significó que Cuba y Angola continuarán fortaleciendo, sobre todo las relaciones de amistad y cooperación, y por tanto siempre digo que lo que hizo Cuba por Angola y por muchos países de África, no se paga con dinero sino con la consolidación de las relaciones de amistad entre los pueblos”.


Por: Hedelberto López Blanch
Se publica con autorización del Autor y mediante una licencia de Creative Commons Respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

lunes, 23 de diciembre de 2013

La inflación como herramienta extorsiva

Bien por Rosario. El Concejo Deliberante puso freno a la adicción a los fuegos artificiales que padece la Intendencia y prohibió esas prácticas en los actos oficiales. Una iniciativa del nuevo edil, el veterinario Carlos Cossia, como una forma de contribuir al silencio urbano y la tranquilidad de las mascotas. Y de paso, ahorrar unos pesos, porque esos ruidosos espectáculos estilo Disney deben costar una fortuna. El Gobierno Nacional también debería dejar de lado esos modos estruendosos de conmemorar las fechas importantes. Y en todos los niveles gubernamentales del país debería plantearse esta cuestión. Por supuesto, no es lo más importante que tenemos que resolver. Antes que eso –o quizá en simultáneo- el abuso en los precios está pidiendo pista. Allí también hay otra adicción que habría que combatir: la de los que no pueden evitar apropiarse de las ganancias ajenas. El nuevo equipo económico ha decidido actuar de una manera más directa en la conformación del precio de las cosas, aunque, a criterio del Autor de Estos Apuntes, de manera bastante amable. No merecen tan buen trato los que multiplican sus ganancias con accesorios improbables en los productos de consumo masivo.

Tampoco los que extorsionan a las autoridades para obtener unas monedas más. Y esto no se refiere sólo a los policías que se amotinaron en la mayoría de las provincias, permitiendo –y promoviendo, también- los saqueos que conmocionaron los primeros días del mes. Los cortes en la distribución de electricidad que acaloró a los vecinos de la CABA también significa una presión a las Autoridades Nacionales para forzar un aumento tarifario. En ambos casos, el ciudadano se convirtió en rehén de estas maniobras corporativas. Y no serán las únicas que veremos en los tiempos que se vienen. Por eso, es conveniente estar preparados para no ceder con tanta facilidad.

En una entrevista radial, la vocera de la empresa Edesur, Alejandra Martínez, consideró que el congelamiento de las tarifas impide la inversión para garantizar un buen servicio. “A confesión de parte, relevo de pruebas –respondió el ministro de Planificación, Julio De Vido- si no pueden prestar el servicio, el camino es el que indicó el jefe de Gabinete de Ministros”. Esto es, ni más ni menos, que la estatización del servicio. Ya estamos acostumbrados a que las empresas de servicios pidan incrementos o subsidios para poder brindar una mejor prestación. Después de recibir la plata, todo sigue igual hasta la llegada de otro momento crítico. En el caso de Edenor y Edesur, hay algo que llama la atención.

Ambas son monopólicas en la zona que les toca, pues los usuarios no tienen opción por estar geográficamente ligados a una o a otra. Entonces, ¿por qué gastan fortunas en publicidad televisiva? ¿Si no es para conquistar clientes, no será para sobornar voceros? Esta debe ser la sugerencia del Gobierno: si no dan las cuentas para invertir, suspendan la publicidad, que no significa más que un gasto. Y uno usa la palabra ‘sugerencia’, cuando en realidad, debería ser intimación.

Un paseo por las góndolas

A pesar de los esfuerzos del Gobierno K para hacer más sencillo llenar la mesa, el precio de las cosas ha tomado la costumbre de crecer sin motivos. Eso sin hablar de las estafas que las grandes empresas pergeñan para apropiarse de nuestros billetes, como convertir un producto cotidiano en un medicamento o presentar ofertas que en realidad no son más que aumentos encubiertos. Los controles y congelamientos han fallado por muchos motivos. Tal vez si todos los Estados se comprometieran a defender el bolsillo de los argentinos, los diferentes actores de la cadena de comercialización se cuidarían de apoderarse de una tajada mayor. Pero no, intendentes y gobernadores evitan incomodar a los vecinos, sobre todo a los más grandotes.

Quizá el Gobierno Nacional confió demasiado en los acuerdos de palabra que había conseguido con los empresarios. Por eso ahora se concretó la firma de un acta acuerdo con las grandes cadenas de supermercados y algunos representantes de la industria para mantener los precios en niveles no tan bestiales. La Secretaría de Comercio y las empresas realizarán un monitoreo trimestral para corroborar el funcionamiento de esta nueva estrategia en unos 200 productos de consumo masivo. Desde el 1 de enero se permitirán aumentos sólo ante “causas bien justificadas”. Un punto interesante antes de la firma de este documento: los grandes supermercados deberían explicar cómo obtuvieron sus descomunales ganancias a lo largo de todo el año. Y ya que estamos, las empresas que producen nuestros alimentos también deberían dar cuenta de cuáles son sus tasas de ganancia. Esto es esencial para exigirles que comiencen a ceder un poco en la desigual puja distributiva.

En estos días se descubrió una trampita con el precio de la yerba Rosamonte, que en su formato regular se vendía a algo más de 9 pesos pero la versión plus duplicaba ese valor. El Secretario de Comercio, Augusto Costa, debería verificar qué tiene de más esa yerba para justificar la duplicación. Y si no tiene nada, habría que sancionar a la empresa e intimarla a que devuelva lo esquilmado con la sola presentación del envoltorio. Algo similar podría hacerse con leches y yogures que prometen maravillas con una sola cucharada. Ya de por sí, la libertad de mercado es perjudicial para los consumidores. Y lo que estamos atravesando ya es libertinaje pirateril. Consolidar este proyecto significa domesticar a las bestias para disminuir su fiereza y reducirlas para que no traguen tanto.

En los próximos dos años el desafío será incorporar más actores en la producción y venta de alimentos. Inundar el país con mercados comunitarios solventados y administrados por el Estado Nacional, Provincial y Municipal puede significar una verdadera competencia para los angurrientos. No es lo deseable destruirlos, pero sí que compitan como corresponde. 

También incentivar la creación de cooperativas que se dediquen a la manufactura de alimentos que también se ofrezcan en los supermercados. Ahora, las grandes empresas practican novedosas formas de extorsión y sobornos para beneficiar la exhibición y venta de sus carísimos productos. Para estos empresarios, la mejor manera de competir es anulando toda competencia. De alguna manera, los Estados deberán mediar en esta relación entre productores y comerciantes. Alguien dirá que la ganancia es lo más importante. Pero hay límites. Y el comercio, además, también debe considerarse como un servicio a la comunidad. Entonces, habrá que educarlos. Después de la crisis, muchas empresas fueron recuperadas por sus trabajadores, algunas con éxito, otras con tropiezos.

El Gobierno Nacional ha contribuido a su crecimiento con aportes y exenciones impositivas.

Los diferentes planes del Ministerio de Desarrollo Social han tenido notorios éxitos al incorporar personas y grupos al mundo laboral. Y de ahí han salido micro emprendimientos prometedores. Si estas experiencias proliferan y crecen, se podrá conformar la competencia necesaria para que las góndolas luzcan más coloridas. Si la inflación es un problema no es por la cifra que alcanza, sino por las intenciones de los infladores. ¿Y qué es lo que quieren? Volver a los tiempos en que ganaban mucho más invirtiendo mucho menos. Como en este proyecto hay que trabajar, quieren boicotearlo. Defender este camino que estamos transitando es comenzar a abandonar a los grandotes y apoyar a los pequeños. Esto no significa sólo comprar un frasco de mermelada en la feria del barrio, sino poblar heladera y alacenas con los productos más cooperativos que encontremos. No pensar tanto en la marca, sino en lo que hay adentro. Así, la inflación no será un problema porque Los Muchos habremos encontrado la solución. 


Por: Gustavo Rosa.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Privados que nos privan de todo

Las comparaciones resultan odiosas cuando tienen intenciones odiosas. Desde los primeros días de diciembre, cuando la rebelión policial en las provincias facilitó los saqueos, algunas plumas poco ilustradas anticiparon la proximidad de un estallido similar al de 2001. Infames y nocivos, además de poco sutiles. Acostumbrados a manipular a individuos prejuiciosos, cada vez se preocupan menos por buscar mejores argumentos para denostar al Gobierno de CFK. Sólo unos pocos se engancharon con estas patrañas y la generalización del fenómeno se redujo a infundados rumores, más destinados a la expansión de la paranoia que a la prevención. Con los cortes de energía eléctrica intentaron algo similar, a pesar de que en estos diez años la generación se incrementó en 10 mil megavatios. Pero igual jugaron con las maliciosas comparaciones. En 1988, gran parte del país padeció una alarmante crisis energética que transformó en serio nuestra vida. Y entonces, no era un problema de distribución sino de producción y ni se soñaba con los niveles de consumo de la actualidad. Quienes siguen creyendo en esos libelos cargados de mentiras son responsables de convertirse en un público altamente desinformado y sumamente quejoso. Además de confundido, porque dirigen sus lamentos exclusivamente a La Presidenta, desde el bache que adorna la esquina hasta el ladrón que les robó la cartera, pasando por las altas temperaturas que ya están mitigando el buen juicio. No es que Cristina no tenga responsabilidad sobre parte de las cosas que ocurren, pero el jurado de los caceroleros ya la ha encontrado culpable.

Al igual que el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que aprovechó los inconvenientes eléctricos para disparar un dardo a su odiado kirchnerismo y, de paso, facilitar un negocio para algunos de sus amigos. El proyecto de ley que obligaría a cada edificio de más de seis pisos a tener generadores para el funcionamiento de bombas y ascensores no sólo es una muestra más de su don de la oportunidad, sino de la inexistencia de conocimientos técnicos, a pesar de que es ingeniero. El ruido y la combustión del motor haría más insoportable la falta de energía y el almacenamiento de los bidones de nafta necesarios convertirían cada edificio en un potencial peligro. Además, apenas solucionaría una parte del problema y a un costo altísimo. Pero lo importante del absurdo episodio es que apareció en medio de la crisis como el salvador ante el descalabro provocado por el Gobierno Nacional.

Comparar la situación energética actual con la de fines de los ochenta es jugar con la desmemoria. En aquellos tiempos, para impulsar el ahorro energético no recomendaban la temperatura del acondicionador, sino que reducían el horario de los canales de TV, que transmitían desde las 17 hasta la medianoche. También se restringía la iluminación de la vía pública, vidrieras y marquesinas; los bancos cerraban a las 13 y la administración pública tomaba asueto viernes y lunes; los cortes programados eran de tres horas diarias o más y nuestra vida se ordenaba a partir de eso; trenes y subterráneos funcionaban todos los días con horarios de fin de semana. Y los aparatos domésticos de esos días se reducían al televisor, la videocasetera, ventiladores y no mucho más; algún privilegiado podría tener aire acondicionado y las computadoras hogareñas comenzaban a aparecer con timidez. La producción energética no sólo era insuficiente por inacción del Estado, sino también por la sequía, que convertía a las represas en pequeños charquitos.

Más Estado a la vista

El Gobierno Nacional está lidiando con una mochila demasiado pesada: prestadoras de servicios con mañas noventosas, que quieren recaudar sin invertir, acostumbradas a un Estado dócil que autorizaba incrementos tarifarios con la única excusa de la avidez. El kirchnerismo ha dado muestras de mucha paciencia pero, cuando se agota, las medidas han sido contundentes. Aguas, Correo, Aerolíneas Argentinas, YPF y las AFJP son muestras de ese hartazgo y los cambios han sido más que beneficiosos. “Esta situación no tiene que ver con lo ocurrido en la década del ’80 –explicó el ministro de Planificación, Julio De Vido- sino con la preservación y reparación de la infraestructura del sistema de distribución eléctrica en los menores plazos”.

En estos años se han sumado más de 10 mil megavatios en el suministro y transporte de energía pero “el problema son los cables de media y alta tensión, donde las empresas privadas tienen que invertir, así como en estaciones y subestaciones transformadoras para atomizar el riesgo", aclaró el Jefe de Gabinete Jorge Capitanich. Y después vino la advertencia casi con forma de decisión tomada: “ante nuevos incumplimientos en el contrato de concesión, el Estado Nacional está dispuesto a prestar el servicio en forma directa”. Quizá estemos ante un nuevo paradigma: son los privados los que están forzando una estatización; casi la están suplicando, como si el nuevo negocio fuera la expropiación.

Y no sólo en las empresas de servicios, sino en otros ámbitos de la economía. Esta semana se conocieron las maniobras de las grandes formadoras de precios para gambetear los acuerdos de precios. Llamamos maniobras a lo que en realidad, son estafas. Habría que controlar qué tiene de plus un paquete de yerba para que justifique duplicar su precio. O los aditamentos que fortifican un yogur o la leche para engrosar su costo. Una paradoja: los privados que detestan la intervención estatal actúan como si la exigieran. Después, que no se quejen. No se los puede dejar solos porque apelan a sus más viles trampas para birlar billetes. Entonces, se hace imprescindible reforzar los controles sobre estos angurrientos que malogran nuestra vida cotidiana. Y reducir su tamaño, porque ya estamos hartos de estos grandotes que simulan competir cuando en realidad sólo se reparten el mercado.

Una primera medida para evitar que nos sigan robando es impedir que los productos que pueblan nuestras alacenas se disfracen de medicamentos. Esa estrategia de marketing que comenzó en los noventa y que recrudece cada vez más, habría que desterrarla. Si alguien necesita vitaminas, hierro, aumentar las defensas, bajar el colesterol, incrementar la energía y todas las mentiras que nos venden desde las góndolas, que vaya a un médico y no a un supermercado. Los remedios que las grandes empresas nos ofrecen están enfermando nuestra economía. Restringir las opciones facilitaría cualquier control.

Otra posibilidad de regular la producción y distribución de alimentos sería desmonopolizar el sistema. La diversidad de marcas y mercancías que ofrece una misma empresa la convierte en un pulpo que extiende sus tentáculos para absorber lo más posible. Otra medida puede ser la regionalización de la influencia de las marcas. Si, por ejemplo, un compañía tiene su planta productora en la provincia de Buenos Aires, que su alcance abarque sólo la región central. Para distribuir sus mercancías en otra región, deberá instalar una planta productora en ese territorio. Así, no sólo se incrementará la demanda laboral sino que se ahorrará en transporte. Además, facilitará el ingreso de nuevos actores algo más pequeños.

Pero el problema también está en las bocas de expendio. Las grandes cadenas de supermercados obtienen ganancias cercanas al 100 por ciento y en las ofertas que promocionan hay tantas trampas como en las variantes en los productos. Para revertir esta situación no sólo son necesarios los controles, sino un cambio cultural profundo para valorizar los negocios de proximidad. Y fomentar los mercados comunitarios, administrados por los Estados para forzar los precios a la baja. Algunos podrán decir que estas propuestas pueden vulnerar la libertad de mercado. Sí ¿y qué? Aunque esa expresión contenga la palabra ‘libertad’ no hace referencia a ningún derecho, sino a una mirada ideológica de la economía, ese discurso único que ya hace aguas en la economía mundial y que ha traído dramáticas consecuencias para los pueblos. El fin del capitalismo salvaje está próximo y sería saludable no prolongar su agonía. En este caso, la eutanasia sería más que bienvenida.


Por: Gustavo Rosa.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Los saqueadores de siempre


En medio de los abusos en los precios, la evasión impositiva y la especulación en todas sus variantes por parte de los que más tienen, sorprende que un empresario actúe de manera diferente. Claudio del Valle, de la localidad bonaerense de Puán ya obsequió dos casas a sendas familias desalojadas. De película edificante. Pero asistió a los remates, las compró y se las devolvió a sus antiguos habitantes. Esto es lo que debería propagarse, en lugar de las rebeliones policiales. Si bien lo deseable sería que la generosidad se contagie entre los que viven en la abundancia, lo que uno suplica, al menos, es que dejen de pugnar para absorber cada vez más. Si eso es lo que atraviesa toda nuestra historia: los embates de los que quieren quedarse con todo pasándonos por encima. Con la complicidad servil de jueces y políticos, son los que siempre se quejan, enfurruñan, conspiran y mienten a través de todos los medios que tienen a su alcance. Sin reparos, son los que expanden las estrecheces y acaparan la abundancia y después, en misa, lagrimean un poquito cuando el cura habla de los pobres, sin sospechar siquiera que son ellos quienes los fabrican.

Propaladores de un sentido común demoledor, apuestan a que el país estalle porque en las crisis es cuando más ganan. Protegidos, adulados, idolatrados cuando en realidad, deberían ser repudiados por su incontrolable avaricia. 

Pero tener esto en claro significa comprender muchas cosas. En primer lugar, que el Poder ya no es uno solo, como en otros tiempos. En los comienzos de nuestra treintañera democracia, Raúl Alfonsín intentó educar a las bestias para que acaten las instituciones y se comprometan a pensar en el país. Pero no, para los patricios es más importante llenar sus arcas que vivir rodeados de equidad. Y el entonces presidente tuvo que optar entre sus principios o la estabilidad constitucional, aunque sabía que formaban parte de lo mismo. A pesar de sus lúcidos y encendidos discursos, Alfonsín no pudo cumplir con todos los sueños. Sí con el más trascendente: entregar la banda a otro presidente elegido por voto popular. Eso sí, seis meses antes de terminar su mandato, porque la ansiedad de los carroñeros era descomunal y la crisis híper inflacionaria, angustiante. 

Durante la década de los noventa, la identificación entre el Poder Político y el Económico llegó hasta el romance; una luna de miel que resultó demasiado amarga para los ciudadanos de a pie. La transferencia de recursos de los menos favorecidos hacia las minorías enriquecidas fue la constante y el vaciamiento del país, un nefasto ideario que vulneró nuestra soberanía. Y la corrupción política –real y desfachatada- nos hizo creer que sólo allí estaba el problema. El nuevo siglo nos esperaba con la peor crisis de nuestra historia y los que más se beneficiaron observaban, conmovidos, la miseria en la que nos había hundido tamaña avaricia. Por unos años se portaron bien. Hasta parecían acompañar el camino hacia la recuperación de nuestra malograda economía. Pero no: sólo estaban esperando que las arcas públicas vuelvan a llenarse para comenzar a saquearlas otra vez. 

Sin embargo, esta vez no les resulta tan sencillo. El Estado versión K no está dispuesto a ceder tan fácilmente. Con sus errores y contradicciones, desde 2003 el Gobierno Nacional está decidido a controlar a las corporaciones, como intentó Raúl Alfonsín treinta años atrás. Con este breve recorrido por la historia reciente se podrá comprender el escenario actual. Los argentinos estamos ante una lucha trascendental: por primera vez en mucho tiempo el Poder Político trata de encuadrar al Poder Económico en objetivos que nos beneficien a todos. La tan mentada redistribución del ingreso, que no es la revolución bolchevique, que no busca que los ricos se vuelvan pobres –aunque dan ganas- ni que sean confinados a una isla desierta con apenas algunas pertenencias. La propuesta del kirchnerismo es el crecimiento de todos y lo único que les pide a los que más tienen es que ganen un poco menos y que cumplan con sus obligaciones impositivas. Aunque parezca mentira, por esto están como locos.

Estocadas, resistencia y complicidades

Después de derrocar a Rosas, el país se construyó a la medida de la oligarquía terrateniente, en detrimento de la mayoría empobrecida y explotada hasta la llegada del radicalismo, que logró algo de dignidad para la clase media y no demasiado para los menos favorecidos. En 1930, los patricios estrenan el primer golpe de estado militar que desde entonces comienza a ser el recurso para limitar a los gobiernos democráticos. Aunque suene un poco ridículo –y también perverso-, ellos mismos provocaban las crisis que después tenían que solucionar los gobiernos de facto. Sin exagerar, las crisis institucionales son resultado de un exceso de angurria, una gula desmedida que enceguece a los afectados. Aunque nadie pueda negar nada de esto, a pesar de que ya sabemos quiénes son los responsables de provocar tanto dolor, jamás han sido castigados por su accionar. 

Recién ahora –con mucha modorra, eso sí- comienza a juzgarse a los instigadores y beneficiarios de la última dictadura. Sin embargo, quienes pergeñaron la híper inflación de finales de los ochenta y el vaciamiento que desencadenó el estallido de 2001 siguen gozando de sus bienes mal habidos. Al contrario, el presidente de prepo Eduardo Duhalde los premió con la pesificación asimétrica, que cargó sobre las espaldas de todos la deuda de unos pocos. Alguna vez tienen que pagar tantos desmanes.

Mientras el botín conseguido con la rapiña descansa en algún paraíso fiscal, apelan a sus más funestas tretas para doblegar al gobierno de CFK o aniquilarlo para siempre. Por lo que ha ocurrido en estos días, el año y pico que queda para que termine su mandato será más que movidito. Salvo que la Comisión Investigadora y algunos jueces se pongan a trabajar con el compromiso de encontrar la punta de este ovillo que tanto dolor ha causado. No basta con descubrir a algunos policías con bienes sustraídos durante los saqueos ni tampoco con revelar a los punteros que alentaron el vandalismo: hay unos pocos que, apoltronados en sus mullidos sillones, idearon este plan desestabilizador y, desde cómodas oficinas con aire acondicionado dieron la orden para ocasionar el primer foco del incendio que están planeando. Aunque parezca paradójico, sabemos quiénes son, pero faltan los nombres. 

Una democracia en serio no puede prosperar cuando gobiernan los que jamás son votados. Un país justo debe lograr que todos sus habitantes gocen de los bienes que se producen en todo su territorio y debe educar a los que tratan de impedir que ese objetivo se logre. Si no aprenden, las autoridades deben aislarlos para evitar un perjuicio para el resto. La inseguridad también es el hambre, la angustia, la exclusión que provocan estos individuos cuando dan rienda suelta a su egoísmo.



Por: Gustavo Rosa.

Fuego, humo y los que pisan la manguera

Ahora que las aguas comienzan a calmarse, algunos tiburones insisten con agitarlas. Los sindicalistas opositores, contagiados por el clima destituyente, salieron a apoyar las revueltas y aportar su granito de arena con exigencias inadmisibles, como bonos navideños de más de 4000 pesos. Pura maldad, extremo egoísmo y exacerbado cinismo. Otros, escudados en una torpeza senil, aparecen con críticas insustanciales, pero cargadas de intenciones malsanas. Hasta unos hinchas de Boca aprovecharon un festejo inventado para practicar el vandalismo. Tanto que cuestionaron al oficialismo por la conmemoración del martes, nadie dijo nada de esta convocatoria realizada sólo para favorecer el caos. En medio de tanta violencia inadmisible, el Gobierno Nacional tomó las riendas de la agenda y las autoridades provinciales barajan propuestas numéricas para acallar a sus tropas. Mientras todo esto pasa, del otro lado del charco, los primos orientales buscan relajarse con el humo del cannabis.

A pesar del enojo de la ONU, Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en legalizar la producción y venta de marihuana con control estatal. La nueva ley sancionada en el Congreso permite el auto cultivo hasta 480 gramos anuales y la compra en farmacias hasta 40 mensuales. El tiempo dirá si esta novedosa iniciativa logra disminuir el daño que provoca el narcotráfico. Lo seguro es que los ojos de todo el planeta están posados en esta experiencia que busca solucionar un problema por un camino distinto. Enrique Rubio, del oficialista Frente Amplio, planteó que algunos dicen que están “haciendo un experimento social como si estuviéramos tomando a los jóvenes uruguayos como conejillos de Indias, pero acá lo que hay es una política pública que puede tener éxito o no, eso lo evaluaremos después”. Martín Collazo, portavoz de la organización Regulación Responsable, consideró que “existe un derecho al consumo responsable que no perjudique a terceros” y que eso “implica un esfuerzo de información y educación para conocer los riesgos asociados al consumo de ciertas sustancias”. Ahora sólo resta ver qué dirán los opositores vernáculos sobre este tema, ellos que siempre toman como ejemplo a Uruguay para elaborar sus dicterios al Gobierno de CFK.

Porque hay algo que ya está más que claro: algunos no son opositores, sino conspiradores. Y saben que les costará muchísimo acceder a la presidencia compitiendo con algún heredero del kirchnerismo si nuestro país sigue avanzando como lo está haciendo. Por eso apelan a las tácticas más mugrientas para emporcar la escena y hacer que todo fracase. No les importa el país ni sus habitantes: sólo quieren recuperar el control para entregárselo con moño a los personeros del Poder Fáctico. No se preocupan por los muertos ni los destrozos; tampoco por las angustias vividas por muchos ciudadanos; menos aún por los prejuicios transformados en acción violenta para frenar a los peones del Gran Ajedrecista. Nada les importa más que volver a gobernar el país al ritmo de su avaricia, aunque todos nos sumerjamos en la peor de las miserias.

Lejos de cualquier distracción, el Gobierno Nacional ha tomado la decisión de buscar a los responsables máximos de este entramado perverso. Ya desde el lunes está en funcionamiento la comisión creada por la Procuraduría General de la Nación para investigar a fondo los hechos delictivos que se sucedieron desde principios de diciembre. En el marco de la Ley de Defensa de la Democracia, los fiscales que integran la comisión buscarán toda la información disponible para dejar al descubierto a los creadores de esta siniestra sinfonía. “Se debe caer con todo el rigor de la ley no sólo con los autores materiales, sino también con los intelectuales”, advirtió el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
 
Deconstruyendo el libreto

Con su personaje de opinador senil, el diputado Hermes Binner también aporta lo suyo. Distraído, desinformado, inconsistente, pero siempre dispuesto a mordisquear un poquito para consolidar su camino hacia la presidencia. Aunque su intelecto no le permite actuar como organizador de estos intentos destituyentes, su torpeza busca ser funcional a esos intereses. “Siempre va detrás del problema”, expulsó como crítica al Gobierno Nacional en referencia a los reclamos de los policías provinciales y los saqueos. Como buen cacerolero, opina sin saber y, claro está, en contra, pues calificó como “lamentable” el discurso de CFK en el Museo del Bicentenario. ¿Qué tiene de lamentable señalar las coincidencias entre el ideario de Yrigoyen, Perón, Alfonsín y Kirchner? Lo lamentable es que ni siquiera lo debe haber escuchado y lo demostró con sus declaraciones ante los cronistas parlamentarios. “La Presidenta no sólo debe denunciar que los saqueos fueron organizados por distintos sectores políticos –explicó sin rubor- sino que tiene el poder de mandar a la Justicia los elementos para que investigue el caso”. Precisamente todo lo que este individuo incalificable exige es lo que CFK ha hecho.

Pero no es el único que actúa para convertir diciembre en un infierno y no sólo por el calor que estamos padeciendo. Los Moyano están pergeñando un paro general para reclamar un incumplible bono navideño de 4500 pesos, aunque eso dificulte el abastecimiento de la mesa de los argentinos. Precisamente es lo que buscan: echar nafta al fuego para incrementar el malhumor. Como lo han hecho algunos hinchas de Boca en el extraño festejo por el “día internacional del hincha”, de lo que tendrán que dar cuenta los dirigentes de ese club. Si bien no se puede responsabilizar a la institución por la idiotez de unos cuantos desubicados, sacar a la calle una multitud para gritar y saltar sin motivo ni conducción es una enorme irresponsabilidad en medio del tenso clima que estamos atravesando.

Y la gestión de la CABA agrega lo suyo con el descontento de muchos padres que no pueden inscribir a sus hijos en las escuelas con el ineficaz método on line sacado de la galera. El ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich admitió en una entrevista radial que “esto es de alguna manera un costo que entendíamos que estaba en el sistema, pero que creemos que valía la pena enfrentarlo”. Provocar angustia y desconcierto era el objetivo y lo lograron. Detrás de esta ineptitud institucionalizada, se oculta el fin de boicotear la educación pública para favorecer a la privada. Una foto más para interrumpir el camino del Líder Amarillo hacia la presidencia en 2015.

Pero todas estas bombas de estiércol no interfieren en el tránsito hacia un país mejor. Por el contrario, lo alientan. Ya sabemos que los saqueos no pueden pensarse como resultado de la inequidad, aunque sugieren profundizar la redistribución para que forme parte del pasado. Para la CEPAL, Argentina es el país que más ha reducido la cantidad de pobres e indigentes en la región y su crecimiento la ubica entre los primeros. Lo otro, lo de la rebelión policial, invita a pensar un nuevo diseño para la seguridad distrital. Tal vez, como lo sugiere el miembro de la Corte, Raúl Zaffaroni, debería quedar bajo la órbita de los municipios y no de las provincias, para volverlas más controlables. Finalmente, la única manera de desarticular las conspiraciones es castigando a los conspiradores. Muertos, heridos, daños materiales, miedo y dolor no deben quedar en el olvido. El accionar destructivo de los que escribieron este guión ha mostrado una vez más su eficacia. Pero la fuerza y la alegría de un pueblo movilizado en defensa de la democracia y la potencia de un proyecto para transformar lo que haga falta son herramientas más que suficientes para reducirlo.

Por: Gustavo Rosa.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Un nuevo triunfo de la democracia

Aunque traten de disimularlo, algunos están felices con estos incidentes. Un titular alarmista excita a los agoreros. Si detrás de la rebelión policial y los virulentos saqueos en algunos comercios hay varios cerebros organizadores, la Justicia deberá dejarlos al descubierto y castigarlos para que estos episodios no se repitan. Pero pronto. De nada valdrá que dentro de unos años aparezca algún condenado, cuando ya pocos se acuerden de cuál era el delito. O peor, cuando los diseñadores de estas dramáticas escaramuzas hayan adquirido más experiencia. No hay que tomar esto a la ligera porque ha habido muertos, heridos, pérdidas materiales, mucho descontrol y un accionar violento que nada tiene que ver con los tiempos que vivimos. Ya nadie pone en duda la despreocupación con que el Gobernador de Córdoba manejó este asunto, pero situar a De la Sota como el principal responsable es otorgarle demasiado mérito. De esta serie de incidentes, hay mucho para analizar, desde el control político de las fuerzas policiales hasta los focos de pobreza que todavía persisten; desde la formación de los agentes de seguridad hasta la existencia de conspiradores dispuestos a todo con tal de recuperar el poder.

Análisis serios y comprometidos, no cualquier pavada. Que el ex presidente Fernando de la Rúa vea en estas escenas algo parecido a lo que provocó su renuncia aporta muy poco, salvo material para una compasiva sonrisa. El contexto de 2001 es totalmente diferente al actual y si bien los saqueos nunca deben ser bienvenidos, en aquellos tiempos la situación parecía invitarlos. La historia no se repite: se copia. Y casi siempre, mal. Por eso los disturbios de estos días contienen tanto absurdo. Pero de la Rúa habla: “los saqueos parecen incomprensibles, pero muestran que había una tensión social que estaba silenciada y que el Gobierno debe atender”. ¿Qué gobierno, doctor? ¿Cuál de todos los que deben solucionar los conflictos que surgen en la sociedad? Porque los jefes comunales, intendentes y gobernadores son los que deben estar más en contacto con la población y conocer sus necesidades. La Presidenta –cualquier presidente- debe tener su mirada puesta en el conjunto y no en las particularidades. Para eso el Estado tiene diferentes manifestaciones y, en consecuencia, responsabilidades graduales.

Muchos datos evidencian que la necesidad alimentaria no fue la que impulsó los saqueos. Algunos pueden haber aprovechado el revoltijo para llenar de comida un carrito, pero la mayoría acarreó productos más costosos, casi suntuarios. Eso sí: todos recurrieron al robo para satisfacer lo que sea y violentaron la propiedad de la peor manera, lo que puede auspiciar cualquier cosa. Sin intenciones de moralinas, esto ayuda muy poco en la construcción del país deseado, nos distrae del camino que estamos recorriendo y, sobre todo, confunde, que es lo más peligroso.

Ahora hay que pensar en las fuerzas policiales, tanto en sus remuneraciones como en sus obligaciones. Por supuesto, lo más importante, en su control. Democratizar la policía es encuadrarlas a las decisiones del poder político y a las necesidades de la población. Su proximidad con el delito exige que no se les pierda pisada. Esto no debe quedar sólo como un reclamo salarial, sino que debe convertirse en un punto de partida para transformaciones más profundas y auspiciosas.

Una fiesta en medio del dolor

Algunos exponentes de la oposición se opusieron –como corresponde- a la realización de los recitales programados en Plaza de Mayo. Está claro que no entienden el funcionamiento de las cosas y buscan cualquier excusa para que el ciudadano no cope las calles. Aunque no lo digan con todas las letras, las fiestas populares provocan en muchos de ellos algo de urticarias y una crisis depresiva. Un poco de frustración también, porque ni en sueños tendrían semejante poder de convocatoria; ni con el genio de la lámpara recibirían la ovación que desató la aparición de Cristina en el escenario de Plaza de Mayo. Muchas cosas se mezclaron en ese momento: la continuidad democrática, estos diez años K, la respuesta a la extorsión policial pero, sobre todo, la alegría por verla recuperada. Nunca se había cantado el Himno Nacional con tanto entusiasmo, producto tal vez de los ritmos agregados por Choque Urbano mezclados con los vientos de los granaderos. No sería mala idea que esta versión se convierta en oficial, a pesar de las reprobaciones de los protestones de siempre.  

No lo entenderán nunca: a la oscuridad no se la vence con miedo, sino con alegría. Si se hubieran suspendido los actos festivos en conmemoración de los 30 años de continuidad democrática, el triunfo de los conspiradores se habría concretado. Pero no, en medio de los disturbios, de la rebelión policial, de las muertes, la muchedumbre salió a la calle y se aglutinó en defensa de un país que quiere vivir en paz. “Tengo una sola certeza absoluta: todo lo que falta lograr, lo que nos falta hacer, sólo se puede hacer en democracia, respetando la Constitución, las leyes, las autoridades establecidas”, clamó CFK desde el Museo del Bicentenario.

Ante asistentes radicales y kirchneristas, La Presidenta señaló más las continuidades que las disidencias entre el primer gobierno constitucional después de la dictadura y la década kirchnerista. Y fue más allá, pues señaló que este presente es un camino a la concreción de los valores de Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón, creadores de los únicos movimientos populares en el siglo pasado. Una manera contundente de llamar a la reflexión a los actuales dirigentes del radicalismo, para que no se sumen a las operaciones destituyentes de los medios hegemónicos ni se hagan eco de las denuncias que propagan. La emotiva reivindicación de la figura del ex presidente Raúl Alfonsín evocó los más significativos abrazos de la historia. Y, lejos de toda crítica, encuadró las renuncias y los retrocesos de esos tiempos a los “condicionamientos de los sectores antidemocráticos”. "Aquélla era la Argentina de la libertad condicional, una democracia de libertad condicional", sentenció Cristina ante el entusiasmo de los asistentes, tanto en el Museo como en La Plaza.  

Como era inevitable, la Primera Mandataria aludió a los escabrosos incidentes ocurridos en la mayoría de las provincias por la rebelión policial y la hambruna repentina de indigentes en 4x4 y motos de alta cilindrada. "Yo no creo en las casualidades –confesó- tampoco creo que sea por contagio. Por contagio son las paperas, la varicela o la rubeola. Esto es por planificación y ejecución con precisión quirúrgica”. “Sabemos que hay instigación política de aquellos que creen que pueden ganar elecciones hablando de seguridad a través de la instalación del miedo", continuó. Y, para delinear la agenda de los próximos días, Cristina destacó el fracaso de las políticas punitivas, porque “la inclusión y el control civil y ciudadano de los organismos de seguridad es lo que garantiza la seguridad de los ciudadanos”. Por eso se la extrañó tanto en estos meses.

Una semana difícil pero no sorprendente porque nos estamos acostumbrando a estos episodios bestiales: agentes policiales en connivencia con el delito declarados en rebeldía y operadores políticos que alientan el saqueo. Pero otra vez fracasaron, lo que indica que ya no volverán a triunfar. Ahora lloverán las propuestas para encuadrar a las fuerzas de seguridad distritales en las normas democráticas. Pero la mejor policía es la que no hace falta y para eso hay que alejar a la mayor cantidad de ciudadanos de la tentación del delito. La inclusión en todas sus dimensiones es el camino. Que nadie se atreva a dudar de eso. 

Por: Gustavo Rosa.