Cada
día se confirma más la razón que tenía el ex primer ministro de
Malasia, Mahathir bin Mohamad cuando en una conferencia magistral
efectuada en 2006 durante el VIII Encuentro Internacional de
Economistas en Cuba aseguró que la globalización y todo el concepto
que encierra fue inventada por los países ricos y no por los pobres.
En
el papel, la palabra Globalización, endulza el oído y la mente pero
la realidad puede ser otra cuando las naciones desarrolladas y sus
ejecutores directos, las compañías transnacionales, alcanzar los
mejores dividendos durante sus incursiones dentro de los países en
desarrollo.
Después
de nueve años de aquella afirmación, varios estudios
internacionales dan la razón a Mahathir.
Un
grupo de investigadores encabezado por el profesor Jason Hickel de la
Escuela de Economía de Londres, y asesores del movimiento The Rules,
produjo un video titulado “La Desigualdad de la Riqueza Mundial”
donde denuncian con numerosos datos que actualmente las 300 mayores
fortunas del mundo acumulan más riqueza que los 3 000 millones de
pobres.
"Citamos
estas cifras, agregan, porque nos ofrece una comparación clara e
impresionante, pero en realidad la situación es aún peor: las 200
personas más ricas poseen aproximadamente 2,7 trillones de dólares,
y eso es mucho más que lo que tienen 3 500 millones de personas, con
un total de 2,2 trillones de dólares".
Como se reconoce, diversos tipos de globalizaciones se han impuesto a través de la historia de la humanidad y una de las más profusas fue cuando las potencias europeas convirtieron en colonias a muchas naciones de otros continentes y así podían imponer sus directrices y comerciar, sin ningún impedimento, con los territorios conquistados.
En
el video, el movimiento The Rules expone cómo crece esta desigualdad
con el paso del tiempo y explica que durante el período colonial, la
brecha entre los países ricos y los pobres aumentó de 3:1 a 35:1,
mientras que desde entonces, la brecha ha crecido hasta un nivel de
80:1.
Por
su parte, una reciente investigación de la Organización No
Gubernamental (ONG) Oxfam, señala que el 1 % de los más ricos
aumentó sus ingresos en un 60 % en los últimos 20 años, amparados
en la desmesurada globalización, y con la crisis financiera
acelerando este proceso en vez de frenarlo.
No hay que ser un experto en economía para comprender que el crecimiento de la brecha esta íntimamente relacionado con las políticas económicas neoliberales que instituciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) han impuesto a los países en desarrollo durante las últimas décadas.
Los
apologistas de la globalización indican que es un fenómeno de
carácter internacional cuya acción consiste principalmente en
lograr una penetración mundial de capitales (financieros,
comerciales e industriales) para que el planeta abra espacios de
integración y se intensifique la vida económica.
La
definen como un proceso de desnacionalización de los mercados, las
leyes y la política en el sentido de interrelacionar pueblos e
individuos por el bien común y la detallan como la fase en que se
encuentra el capitalismo a nivel mundial, caracterizado por la
eliminación de las fronteras económicas que impiden la libre
circulación de bienes servicios y fundamentalmente de capitales.
Los
defensores igualan el término con una supuesta sociedad planetaria
que va más allá de fronteras, barreras arancelarias, diferencias
étnicas, credos religiosos, ideologías políticas y condiciones
socioeconómicas o culturales, en un intento de hacer un mundo que no
este fraccionado, sino generalizado, en el que la mayor parte de las
cosas sean iguales o signifiquen lo mismo.
En
contraposición, el economista de la Universidad de Massachusetts,
Robert Pollin, asegura que "estas políticas están diseñadas
para liberalizar los mercados a la fuerza, abriéndolos a fin de dar
a las multinacionales un acceso sin precedentes a tierras baratas,
recursos y mano de obra, todo a un alto precio alto: que los países
pobres pierdan alrededor de 500 000 millones de dólares por año de
su PIB".
Un
análisis financiero sobre el patrimonio mundial efectuado por el
Credit Suisse research Institute, uno de los emporios del capitalismo
internacional, puntualizó que “la riqueza global promedio llegó a
un máximo de 51 600 dólares por adulto aunque se reparte de forma
muy desigual y el 10 % más acaudalado posee el 86 % del total de los
activos en el mundo”.
A
continuación remarca que, “el 1 % más adinerado posee el 46 % de
todos los activos globales, y como puntillazo a esa globodesigualdas
señala que desde mediados del 2012, la cantidad de millonarios a
nivel mundial ha crecido en casi dos millones y la mayoría de ellos
proviene de Estados Unidos.
Recordemos
el caso de Argentina cuando la globalización neoliberal fue acogida
como sistema económico-financiero en la década de 1980 y en un
período de 12 años, esa nación, una de las más ricas de la
región, observó como más de la mitad de su población caía en la
pobreza, el desempleo rondaba al 40 % de sus habitantes, las
transnacionales se adueñaban de sus industrias y principales
servicios, el capital salía de sus fronteras, mientras la bancarrota
y el caos revoloteaba en el país.
Esa
amarga experiencia sirvió para que no solo Argentina sino otras
naciones de la región como Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia,
Nicaragua, Uruguay, hicieran caso omiso a los cantos de sirena de la
globalización capitalista y adoptaran medidas sociales, en beneficio
de sus habitantes, con lo que han logrado reducir los índices de
pobreza existentes antes de 1990.
El
mundo, por tanto, no puede ser para unos pocos millonarios mientras
la mayoría padece hambre y enfermedades porque a la larga este gran
planeta donde vivimos, sería incontrolable.
Por: Hedelberto López Blanch
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