Los
países integrantes del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica) aprovecharon la cumbre del G-20 realizada en San
Petersburgo para perfilar los proyectos de creación del Banco de
Desarrollo y la Fundación de las Reservas de Divisas del grupo, lo
que podría constituir alternativas a las directrices financieras
omnipotentes establecidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI)
y el Banco Mundial (BM) desde que fueron creados en 1944.
Además
de oponerse a las pretensiones de Washington de atacar a Siria a la
que acusa, sin fuentes fidedignas, de utilizar armas químicas,
aunque en el fondo todos comprenden que Estados Unidos lo que intenta
es controlar por completo la estratégica y rica zona del Medio
Oriente, el BRICS dio pasos importantes en la conformación del
Banco.
El
acuerdo para establecer un Banco de Desarrollo se tomó durante la
Quinta Cumbre del grupo efectuada a fines del pasado marzo en la
ciudad sudafricana de Durban, y en agosto, en otra reunión de alto
nivel, se decidió la estructura de la futura entidad.
Durante
el cónclave de San Petersburgo, el presidente Ruso, Vladimir Putin,
informó que su capital social inicial será de 50 000 millones de
dólares y recalcó que ese nacimiento es un logro relevante del
grupo en el ámbito económico.
Entre
los propósitos del Banco se encuentra la de financiar
proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible de sus miembros
y de terceros países fuera del grupo.
El
secretario ejecutivo de la comisión interministerial por la parte
rusa, Vadim Lukov señaló que en el futuro
no se excluye la adhesión de otros países y organizaciones en ese
organismo financiero.
Agregó
que aun se deben abordar diferentes cuestiones como la asignación de
capital no distribuida, la repartición de cuotas en el capital
social, y más tarde establecer la sede del Banco.
El
servicio de prensa del Kremlin informó que en la reunión también
se analizó la Fundación de las Reservas de Divisas, la que se
encuentra en su etapa final y deberá contar en un inicio con 100 000
millones de dólares.
En
ese sentido, se conoció que las cuotas para la Reserva de Divisas se
distribuirán de la forma siguiente: Rusia,
India y Brasil proporcionarán 18 000 millones de dólares cada uno,
Sudáfrica 5 000 millones de dólares y China 41 000 millones de
dólares.
No
se necesita ser un entendido en la materia para comprender que la
formación del Banco de Desarrollo y la Fundación de Reservas de
Divisas (anticrisis) nacen como alternativas al BM y al FMI creados
en 1944 en la ciudad norteamericana de Bretton Woods como mecanismo
de dominación de los países capitalistas.
Esas
instituciones desde un principio han estado bajo la supremacía de
Estados Unidos y de Europa Occidental, los que han ejercido un
control financiero total sobre las naciones pobres del mundo, con
empréstitos y exigencias de pagos injustos.
El
poder del FMI se basa en que sus programas de ajustes tratan de
imponer la confianza de los mercados internacionales de capital en el
país deudor, como ha ocurrido recientemente en Grecia, Portugal,
España, Irlanda.
Sin
el visto bueno del FMI, que como censor determina la voluntad y
capacidad de un país para pagar el servicio de la deuda, no se abren
las puertas para la entrega de empréstitos. Una vez otorgado, las
naciones deben someterse a condicionamientos que van desde
recomendaciones no obligatorias hasta inspecciones extremas con
imposición de sanciones de carácter forzoso.
El
presidente Putin explicó que la cooperación entre los países BRICS
hacia un uso más productivo de los recursos financieros globales
puede hacer una contribución positiva para abordar este problema a
nivel global.
Las
gestiones para llegar a un acuerdo financiero de tal magnitud se han
ido tejiendo poco a poco pues desde 2010 los bancos de Desarrollo de
sus miembros signaron un documento sobre la posibilidad de hacerse
préstamos entre ellos y efectuar negocios en las monedas nacionales
con la intención de alejarse del dólar.
En
una entrevista con el diario ruso Kommersant, el presidente del banco
VEB, Vladimir Dmitriev, significó que las empresas nacionales de los
BRICS, al alejarse del dólar, les posibilita un ahorro de hasta 4 %
en cada una de sus transacciones.
Los
cinco países poseen la mitad de la población mundial, el 30 % de la
superficie terrestre, el 25 % del PIB global y el 35 % de las
reservas de divisas.
Cuentan
con numerosos recursos naturales que van desde petróleo y gas (sobre
todo Rusia y Brasil) hasta bauxita, oro, plata, manganeso, níquel,
fosfato, platino, tungsteno, plomo, zinc, estaño, uranio, carbón,
diamantes, energía eléctrica). También producen alimentos y sus
economías se compaginan pues lo que le puede faltar a uno, el otro
lo tiene.
Con
las condiciones y recursos antes mencionados, junto al crecimiento
económico que han tenido en los últimos años y la creación de las
nuevas entidades financieras, los países del BRICS atraerán hacia
el bloque a nuevos miembros de diversos continentes.
La
afirmación realizada hace unos meses, por ejecutivos del banco
internacional de inversiones Goldman Sachs, le dan grandes
posibilidades de éxito al grupo: el BRICS superará en 2032 el PIB
de todas las economías desarrolladas.
En
hora buena llega la creación de esas entidades del BRICS que podrán
convertirse en una palanca de apoyo para
muchas naciones del orbe que aspiran a que el sistema financiero
internacional sea más justo y asequible para sus pueblos.
Por: Hedelberto López Blanch
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