Durante 50 años, la Organización para la Unidad Africana (después
convertida en Unión Africana) ha luchado contra numerosas adversidades y
contratiempos surgidos a lo largo del camino pero ha logrado con
denodado esfuerzo, trabajar por la integridad y el avance de sus 54
países.
Tras varios siglos de colonialismo donde primaron las luchas por las
independencias nacionales, contra la esclavitud, el saqueo de los
territorios y sus riquezas, el continente africano comenzó a liberarse a
fines de las décadas del 50 y principios del 60.
El impulso hacia esas acciones sucedió el 25 de mayo de 1963 cuando 3l
líderes africanos se reunieron en Addis Abeba y firmaron la Carta de
Principios de la OUA, después de un proceso en el que dejaron a un lado
las diferencias regionales e ideológicas que habían sembrado los
colonialistas.
Desde su creación en 1963, la OUA enfrentó grandes retos pues su primera
razón de ser fue la de acabar de liberar al continente del
colonialismo, el apartheid y la discriminación racial.
El 9 de julio del 2002, ante los cambios y las nuevas situaciones
internacionales, más de 40 jefes de Estado y Gobierno del continente,
participaron en el cónclave de Durban, Sudáfrica, que dio paso al
nacimiento de la Unidad Africana (UA) y puso fin a las actividades
ejercidas hasta entonces por la OUA.
En esa Cumbre se fijaron metas para luchar contra la enorme pobreza que
padece la región, e impulsar el desarrollo, la integración política y
económica.
La UA, a la cual pertenecen 54 países del continente, excepto Marruecos
porque la organización reconoció a la República Árabe Saharaui
Democrática como un Estado independiente, ha logrado avances como lograr
la estabilidad y la paz en el continente con fuerzas propias.
Hace una década, los golpes de Estado y las guerras internas eran
constantes en toda la región y en estos años se han logrado reducir
debido a la política aplicada por los dirigentes de la UA para no
reconocer a gobiernos ilegales y contar además con contingentes
militares integrados por los diferentes países para no tener que
depender de fuerzas extranjeras cuando ocurra algún hecho de ese tipo.
Aun quedan casos como los de Madagascar, Guinea Bissau y Mali, en los
que la UA trabaja para buscarled soluciones. En sentido general,
Naciones Unidas ha reconocido los esfuerzos de la región para consolidar
la paz y seguridad y rechazar cambios de poder que violan la
Constitución.
En la búsqueda de un modelo propio de desarrollo sin injerencia de las
naciones occidentales, aunque con su colaboración, surgió la Nueva
Alianza para el Desarrollo de África (NEPAD) que traza las líneas a
seguir económica y política para la integración del continente.
La NEPAD ha encaminado sus pasos a alcanzar los Objetivos del Milenio de
Naciones Unidas como son la reducción de la pobreza y del
analfabetismo, la igualdad de géneros, la satisfacción de las
necesidades de la población, el desarrollo económico, entre otros.
Además, se han potenciado diferentes organismos de integración como la
Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) y la Comunidad
Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS).
Estas alianzas han ido dando resultados. En 2012, en general los países
del continente crecieron 5 % y para una cuarta parte fue de 7 % o más.
Asimismo, Sierra Leona, Níger, Costa de Marfil, Liberia, Etiopía,
Burkina Faso y Ruanda, fueron de los de más rápido crecimiento a nivel
mundial.
Organismos internacionales anuncian que esa tendencia continuará de 2013
a 2015 y como promedio el Producto Interno Bruto regional será del 5 %
debido a los altos precios de los productos básicos a nivel mundial y al
reforzamiento del consumo en el continente.
Pero no es menos cierto que la Unión tiene grandes retos que enfrentar
como son los elevados índices de pobreza, las enfermedades
(específicamente el síndrome de Inmunodeficiencia), la desigualdad, la
marginalización social, el analfabetismo y el desarrollo sostenido.
Esas problemas de antaño, motivado principalmente por colonialismos
rapaces y posteriores imposiciones de sistemas neoliberales, la Unión
Africana los esta enfrentando con sabiduría y una mayor integración.
Asimismo, trabaja y coordina para elevar las infraestructuras, la
producción de electricidad, alimentos, empleos y oportunidades para las
familias y comunidades con el fin de mejorar el nivel de vida, acabar
con la pobreza extrema y promover la prosperidad común.
Existen otros desafíos debido a las enormes riquezas naturales que posee
el continente y que lo convierten en un gran pastel de inestimable
importancia para las naciones occidentales desarrolladas.
Efectivamente, además de ser privilegiada geopolíticamente con cuatro
circunvalaciones marítimas, (por el Mediterráneo, el Atlántico, el
Índico y el Mar Rojo) posee un potencial energético hasta ahora
insospechado que se calcula en el 15 % del orbe; 50 % del oro, 50 % de
minerales estratégicos; 60 % de las tierras cultivables del mundo y
enormes reservas de agua potable, por citar algunas.
Debido a las abundantes riquezas, surgen peligros desde el exterior como
la nueva versión de neocolonialismo, el llamado US. Africa Command
(AFRICOM).
Con una cara humanitaria que propagandiza la ayuda al desarrollo
africano, esta agrupación de fuerza organizada por Estados Unidos, se
enfila a controlar desde el petróleo, oro, diamantes y todo tipo de
minerales hasta sus inmensas riquezas ecológicas.
El 18 % del petróleo que importa Estados Unidos proviene de África
Occidental cuya región posee reservas del crudo calculadas en 60 000
millones de barriles. Interés especial ha puesto en Angola, Chad,
Camerún, Guinea Ecuatorial, Cabo Verde, Gabón, Nigeria, Sao Tomé y
Príncipe, Senegal y Mali. Resulta una zona mucho más segura que la del
Medio Oriente y de bajo costo de transporte pues esta a siete días de la
costa este de Estados Unidos.
Otro desafío es concientizar a algunos Estados para que enfrenten la
adquisición de vastos espacios de tierras fértiles por gobiernos y
firmas interesadas en asegurarse recursos alimentarios a precios
accesibles en los altamente volátiles mercados de materias primas. Uno
de esos casos fue el de empresa surcoreana Daewoo que compró más de un
millón de hectáreas en Madagascar.
Lo importante es que la mayoría de los actuales dirigentes africanos
agrupados en la UA, estan al tanto de las dificultades y problemas a
enfrentar y trabajan al unísono por una mayor integración y unidad de
sus países en beneficio de sus pueblos.
Por: Hedelberto López Blanch
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